Estudiar Gastronomía en nuestro Subsistema: apertura de un
universo de posibilidades
Actualmente estudiar una carrera gastronómica presenta atractivas oportunidades, ya que ofrece una
amplia salida laboral. A pesar de los cierres y desafíos que presentó para el sector la pandemia, la
carrera de gastronomía da acceso al sector más estable del mercado laboral.
Por ello, ante el azote económico que ha supuesto la crisis sanitaria mundial en 2020, el sector de
la alimentación fue el único que logró mantenerse en pie. ¿La razón? Fue considerado un sector
profesional de primera necesidad por los gobiernos de todo el mundo. De hecho, entre enero y
septiembre en ese año creció un 0.8 por ciento en México, según el Instituto Nacional de Estadística
y Geografía (INEGI).
Por otro lado, se reactivó la industria del turismo y hotelería que ofrecen diversas posibilidades
laborales en la gastronomía, como chefs, barman, aprendices, bartenders, pasteleros y panaderos, son
sólo algunos de los puestos más solicitados, sobre todo en temporada.
El papel protagónico de la gastronomía dentro de la economía mexicana la convierte en la segunda
rama con mayor tasa de empleabilidad. Aprender cocina es sinónimo de un futuro repleto de
oportunidades.
En una buena parte de nuestras universidades ofrecen una actividad relacionada con la gastronomía,
directa o indirectamente, pero la libertad de ofrecer o experimentar conforme a sus planes de
estudio es variada. Por ejemplo, en la Universidad Tecnológica de Corregidora (UTC) los estudiantes
correspondientes al grado de Técnico Superior Universitario (TSU) en Turismo realizan prácticas de
maridaje y cata de vinos, en las que ponen a prueba sus conocimientos. Con la cata desarrollan
habilidades para mejorar la identificación de olores de esta bebida y cómo los vinos evolucionan en
color; y con el maridaje profundizan sobre la combinación entre platos y vinos, cuyo objetivo es
resaltar y destacar las cualidades sensoriales de ambos alimentos.